El hijo mayor había colapsado en una alcantarilla en un intento por encontrar algo de alivio para el dolor. Los gusanos estallaban de su enorme herida.
El perro prácticamente no tenía dientes, sufría de artritis y tenía una cortada significativa en su espalda.
Estaba sufriendo y eга anciano y débil, así que con cuidado lo sacaron de la alcantarilla para llevarlo a la clínica veterinaria.
Le administraron analgésicos y un suero para tratar el problema de los gusanos.
No le habría quedado mucho tiempo de vida sin ayuda.