Un perro se encontró en el lugar equivocado en el momento equivocado cuando terminó atrapado con su pata en una trampa colocada ilegalmente por un desconocido. El equipo de protección animal de Pima Animal Care recibió una llamada de un buen samaritano que presenció al perro luchando con “algo atascado en su pierna”.
La oficial Kristen Weigand se apresuró a llegar al lugar para asistir a este pobre cachorro. Sabiendo que no quería lastimar más al perro de lo que ya estaba, dejó la trampa en su pata y lo cargó con cuidado en su camioneta. Lo llevó rápidamente a la clínica, donde los veterinarios retiraron cuidadosamente la trampa.
El corazón de la oficial Weigand se encogió al ver la angustia del perro. Su cola, normalmente un signo de alegría y entusiasmo, estaba саída y su mirada reflejaba miedo y dolor. La trampa, hecha de metal oxidado y afilado, había causado un daño considerable a la pata del perro. La piel estaba desgarrada y sangraba, y la hinchazón eга evidente.
Las radiografías revelaron, afortunadamente, que no había huesos rotos, solo algunos cortes en la piel. La pata fue tratada con cuidado, limpiada y vendada para prevenir infecciones. Se le administró un analgésico para aliviar el dolor y se le proporcionó un lugar cómodo y tranquilo para recuperarse.
Pima Animal Care está cuidando actualmente al perro, ahora llamado ‘Trapper’, mientras está bajo su custodia. El equipo está trabajando incansablemente para encontrar a su dueño, esperando que alguien esté desesperado por su regreso. La historia de Trapper es un recordatorio desgarrador de los peligros que enfrentan los animales en las calles, especialmente aquellos que se encuentran en áreas donde las trampas ilegales son un problema.
El equipo de Pima Animal Care está comprometido con la seguridad y el bienestar de todos los animales en su cuidado. Estáп trabajando para crear conciencia sobre los peligros de las trampas ilegales y animan a la comunidad a denunciar cualquier actividad sospechosa. También estáп pidiendo a los dueños de mascotas que tomen medidas preventivas para proteger a sus animales, como mantenerlos con correa en áreas públicas y asegurarse de que sus patios estén seguros.
La historia de Trapper es un testimonio de la crueldad que pueden sufrir los animales, pero también es un recordatorio de la compasión y la dedicación de las personas que trabajan para protegerlos. Esperemos que Trapper pueda reunirse pronto con su familia y que su historia sirva como un llamado a la acción para proteger a los animales de los peligros que enfrentan en nuestras calles.